by
Felipe Vielle
j0v4260@tam2000.tamu.edu
Tiene sentido hablar de cultura democra'tica en un pai's que no ha crecido en un Estado de Derecho? Lamento que la discusio'n en esta prestigiada lista se encamine poco a poco a analizar las perspectivas nacionales a la luz de los principales partidos poli'ticos. En Me'xico, los partidos poli'ticos actuales no han sido ni sera'n los garantes de la democracia. Estamos lejos de un sistema multipartidista controlado por la opinio'n pu'blica libre de escoger a sus dirigentes. Los principales parti'dos poli'ticos esta'n dominados por proyecto personales, y han dejado a un lado los proyectos nacionales y la vocacio'n de servicio. A decir verdad, parece parado'jico el reconocer que las alternativas democra'ticas m'as interesantes de este u'ltimo sexenio - un sexenio marcado por el arrogante tono de la impunidad electoral - fueron iniciativas individuales. En las elecciones gubernamentales de Guanajuato y Sa'n Luis Potosi', el electorado encontro' en Salvador NAVA y Vicente FOX a dos ciudadanos que tenian una larga tradicio'n de honestidad y vocacio'n de servicio. En ambos casos, la responsabilidad civil que mostraron los 2 candidatos rebaso' por mucho a la dirigencia de los partidos que los apoyaron. En ambos casos tambie'n, la vergonzosa negociacio'n de un interinato se llevo a cabo desde la cupula partidista, y al margen de los candidatos oficiales y de la confianza del electorado. A lo mejor valdri'a la pena interesarse ma's en los individuos y menos en los partidos poli'ticos, siempre y cuando sigan existiendo individuos que sepan actuar al margen de poli'ticas partidistas mezquinas. Y ahi' les va una alternativa a aquellos que quieren nuevos partidos: Que les pareceri'a un sistema poli'tico en el cual los partidos no participan en las elecciones? Los partidos podrian seguir existiendo, pero tan solo como ci'rculos de reunio'n en donde se generan ideas y se eligen representantes. Los partidos no participari'an directamente en el poder: San Lazaro dejari'a de ser una Camara de Partidos para convertirse en una verdadera Camara de Diputados. Al participar en el poder, los partidos poli'ticos contribuyen a la burocratizacio'n, a la corrupcio'n, y a la anti-democracia. No hay que oponerse a las organizaciones que fomentan la solidaridad y el fortalecimiento de ideas de grupo. Mucho menos a los grupos que intentan ofrecer nuevas bases de desarrollo. A lo que hay que oponerse es a las organizaciones que debilitan el sentido de la responsabilidad individual, y a las organizaciones que recompensan con privilegios la lealtad a un grupo que lucha por hacer prevalecer sus intereses personales y llegar al poder.