Proceso No. 1075 8 de junio de 1997 Reinventando a la izquierda mexicana Enrique Semo Durante cien numeros la revista Memoria ha sido a la vez testigo y testimonio de uno de los periodos mas tormentosos de la historia de las izquierdas mexicanas. Como lo prueba la impresionante lista de sus colaboradores, no han sido cien numeros de soledad. Este es el ineludible merito de Arnoldo Martinez Verdugo y el pequeno grupo que la ha hecho posible. Hace siete anos se derrumbaba en condiciones catastroficas el gran experimento social iniciado con la Revolucion de Octubre de 1917. Poco antes, se habia iniciado ya en Occidente el desmantelamiento del Estado social de bienestar, inaugurado a finales de la Segunda Guerra Mundial, precisamente en Inglaterra. En Mexico, las elecciones de 1988 producian para la izquierda independiente un cambio de mensajes cruzados. Al mismo tiempo que pasaba de la marginalidad a la condicion de oposicion real de poder, la izquierda perdia el sentido original de su existencia: el socialismo. Estos golpes sucesivos produjeron en sus filas tres reacciones diferentes. Los conservadores nostalgicos se empenaron en negar la magnitud del descalabro y se refugiaron en los recuerdos y la reiteracion. Los amnesicos- revisionistas se empenaron en olvidar el pasado anterior a 1989 y en adaptarse mimeticamente a lo posible en las nuevas condiciones. La tercera actitud fue la de aquellos que se empenaron laboriosamente en buscar una sintesis entre la innovacion que exigian los grandes cambios en el mundo, la continuidad de las ideas y los valores que aseguran la preservacion de la esencia del espiritu de izquierda. Como prueba de su apertura y testimonio de su indecision, Memoria abrio sus paginas en igual medida a las tres posiciones. A partir de los anos 80, la izquierda confronta en el mundo una situacion muy diferente a la que privaba en el periodo de la posguerra (1945-1982). Antes la izquierda estaba a la ofensiva en todos los frentes y la derecha se batia en retirada. La victoria sobre el fascismo; la descolonizacion acelerada; la victoria de revoluciones anticapitalistas, entre las cuales se contaron la china y la cubana; la pretension de un tercio de los paises del mundo de contar con una economia socialista o no capitalista, son otros tantos indicadores de esa situacion. A partir de los 80, en cambio, la situacion se revierte. La derecha pasa a la ofensiva y la izquierda retrocede en todos los terrenos. La Union Sovietica desaparece y el Estado de bienestar social pierde terreno. Conceptos como socialismo, revolucion, antiimperialismo, lucha de clases o independencia economica han perdido credibilidad incluso en los sectores que eran los sujetos sociales privilegiados de la izquierda. Pero mas importante que todo ello es que muchas de las ideas que inspiraban a la izquierda anterior a 1989 demuestran ser equivocadas y otras son nocivas: La proposicion de que para lograr la igualdad es legitimo pagar cualquier precio en terminos de libertad y democracia; la hipotesis de que una economia compleja y moderna puede prescindir del mercado y estar totalmente basada en la planeacion estatal; la idea de que un partido politico puede ser la conciencia de una clase, no son sino algunos ejemplos. Todo ello explica las decenas de congresos con nombres como "La crisis de la izquierda", "?A donde va la izquierda?" o bien "?Izquierda para que? de los ultimos anos. Ello explica tambien que la izquierda renuncie a la mayoria de sus demandas maximalistas y el mundo politico viva bajo el predominio absoluto del color gris. Vale decir, un mundo en el cual derecha e izquierda parecen presentar opciones que apenas se distinguen entre si. En la mayoria de los paises, el reto para la izquierda es reinventarse o dejar el campo libre a la derecha. ?Pero puede la izquierda reinventarse, sin perder su continuidad historica? Esta es la pregunta que muchos nos hacemos y la opinion publica o al menos parte de ella se plantea: ?Una izquierda para que? Comencemos por la ultima de estas preguntas. La izquierda es necesaria, porque existe una derecha. ?Y quien se atreveria a negar que existe hoy en el mundo y en Mexico una derecha? ?No son Reagan, Thatcher y los neoliberales la encarnacion pura y abierta de un proyecto de derecha? ?No se definen ellos mismos como conservadores? La izquierda es necesaria para frenar a la derecha de hoy, con la izquierda de ayer. Por eso hay que reinventarla. Regresemos ahora a la interrogante inicial. ?Puede la izquierda reinventarse? La izquierda no es una persona, un partido, una revista. Es ante todo un conjunto de posiciones. Una concepcion del mundo, un Weltanschaung, tomas de posiciones politicas, un movimiento heterogeneo y movil que lo convierte en realidad politica. Nadie tiene el monopolio de las posiciones de izquierda. En un ensayo que ha producido mucha polemica Derecha e izquierda, Norberto Bobbio define derecha e izquierda en funcion de la actitud hacia el problema de la igualdad. La derecha adopta la posicion de que la desigualdad social existe desde que existe la civilizacion y es por lo tanto necesaria para su funcionamiento. La competencia (en la cual siempre hay vencedores y vencidos) es el motor del progreso. La izquierda sostiene que la igualdad de oportunidades y la satisfaccion de las necesidades basicas de todos es la condicion basica de la justicia social. Sin duda la actitud hacia la igualdad es una constante determinante en la relacion entre derecha e izquierda durante los dos siglos que venimos hablando de ellas. Pero es una determinante demasiado abstracta para caracterizar a izquierda y derecha en cada etapa de su existencia. Para adaptarse a los cambios economicos, sociales y politicos, para responder a las rupturas y reacomodos de fuerzas, derecha e izquierda se ven precisadas a reinventarse. Thatcher, Reagan, W. Buckly promovieron una reinvencion de la derecha. Para responder, la izquierda en el mundo y en Mexico solo puede hacer una cosa: reinventarse