Soluciones Avanzadas No. 37, 15 de Septiembre 96

 

La extra, la extra


Daniel M. Germán y Alejandro López-Ortiz
dmg@csg.uwaterloo.ca y alopez-o@daisy.uwaterloo.ca


Hace ya casi dos años que La Jornada Electrónica se convirtió en el primer periódico mexicano en Internet. En ese entonces, el periódico era distribuido desde un servidor en una universidad de los Estados Unidos y se convirtió así en uno de los pioneros en Web, no sólo en nuestro país sino en el mundo. Otros periódicos han seguido el ejemplo de La Jornada y actualmente muchos de los diarios nacionales y algunos regionales tienen versiones electrónicas.

Súbitamente, el mercado nacional e internacional se ha visto inundado de proveedores de noticias. De esta forma, un lector puede crear su propio periódico con las secciones que prefiera de sus periódicos favoritos. Tal vez lo más extraordinario de estos servicios es que prácticamente todos ellos son gratuitos (aun cuando su creación y distribución implique incurrir en costos). El objetivo actual parece ser obtener presencia y experiencia en este nuevo medio terreno, preparándose para el día en que el periódico matutino sea distribuido en su totalidad de forma electrónica. Sea cual sea la razón, los principales beneficiados de esta política de "gratis para todos" han sido sus lectores.

En el mundo real hay dos tipos de compradores de noticias, los suscriptores y los compradores a voceador (algunos regulares y otros ocasionales). La mayor parte de los periódicos obtienen la mayoría de sus ingresos de anuncios y tan sólo una pequeña fracción proviene de las ventas. A su vez, los ingresos de anuncios son proporcionales en mayor medida al número de suscripciones y en menor medida a la circulación total.

En los periódicos electrónicos los costos de producción y distribución son relativamente fijos, y a menos que la línea de comunicación se vea saturada, el costo por lector es marginal; de hecho, entre más lectores haya más puede cobrar por publicidad. Desde el punto de vista del lector, el costo de leer un periódico puede ser despreciable si el costo de su conexión a Internet es pagado por otros, o relativamente alto si está conectado a través de un proveedor de acceso (en promedio, unos 10 pesos por hora). Para este último, leer el periódico en línea por media hora le costará unos cinco pesos (y será equivalente a comprarlo en papel).

Por si fuera poco es más fácil y práctico leer el periódico en papel, pues no se requiere de una computadora para hacerlo. Además, en la mayoría de los periódicos mexicanos, la versión en papel es más completa que su equivalente electrónico. ¿Quiénes son, entonces, los lectores de las versiones electrónicas? En nuestra opinión, los lectores electrónicos se dividen principalmente en tres grupos:

  1. Todos aquellos fuera del área de distribución del periódico. En este grupo caen los estudiantes mexicanos en el extranjero, que con conexiones de alta velocidad a Internet, se encuentran entre los más ávidos lectores de noticias en Web.( Durante el tiempo que distribuimos la Jornada desde la Universidad de Waterloo, la mayoría de los lectores procedían de dominios educativos, en Norteamérica y Europa.)
  2. Investigadores de información, que son aquellas personas cuyo trabajo es recopilar información actual o histórica.
  3. Personas con acceso fácil y barato a Internet, para las cuales el periódico se encuentra a un click del ratón.


Un buen periódico en Web ofrece servicios para los tres tipos de lectores. Recientemente algunos periódicos han decidido iniciar el cobro por acceso a su edición, ofreciendo suscripciones que varían entre 100 y 200 pesos trimestrales, a un costo promedio de alrededor de $1.50 por ejemplar. Estos periódicos enfrentan amplia competencia, en su mayoría gratuita. Más aun, el sistema de suscripción impide el acceso a los lectores esporádicos, que compran o leen el periódico ocasionalmente.( Los Juegos Olímpicos, por ejemplo, ocasionan que el número de lectores esporádicos se incremente, en la búsqueda de noticias sobre sus atletas o deportes favoritos.)

Dadas las desventajas físicas que presenta leer un periódico en línea, el diseño de un cotidiano electrónico debe ofrecer alternativas que justifiquen el pago de la suscripción. Creemos que las siguientes características contribuirían al éxito de un periódico en Web:



Las versiones electrónicas están siendo subsidiadas por sus contrapartes en papel. Por un lado, el trabajo de edición y de elaboración de los artículos ya está hecho; es sólo necesario crear la versión electrónica y distribuirla. Los anunciantes son aún pocos. Para atraerlos, muchos periódicos han decidido no cobrar sus suscripciones en espera de incrementar su número de lectores y así justificar el costo de inclusión de comerciales.

Actualmente, algunos periódicos distribuyen sus galeras vía satélite las cuales son impresas localmente en cada ciudad. En el futuro es posible que el periódico sea impreso directamente en el puesto de periódicos de la esquina apenas unos minutos antes de su venta e incluirá, desde luego, las últimas noticias.

Mientras tanto, el éxito económico de las versiones electrónicas de periódicos y revistas se dará en la medida que los servicios en Web satisfagan las necesidades de los usuarios. Como lo dice una frase del inglés, "cuando la competencia es intensa, los consumidores votan con la cartera por el mejor producto"; en Web hay más de 100 periódicos, todos ellos de igualmente fácil acceso; por esto, el diseño apropiado del servicio y su precio, son de crucial importancia para el éxito económico de un periódico en Internet.